viernes, 30 de julio de 2010

El placer es TODO mio.


Sugerir, sugerirte cosas, sugerirte cosas que nunca llegan a puerto, me encanta, me excita, hace que entre mis piernas mi pene se ponga duro, que sobre el pantalón se vea su forma, esplendida y majestuosa. ¡Para de mirarlo! Nunca podrás tenerlo en tus manos, ni es tu boca, ni en tu apretado culo. Despierta el placer en mi ver tu cara de sufrimiento, sí esa que pones cada ves que te digo algo feo, porque es verdad, tu sufrimiento hace que mi cuerpo explote, que mis ojos giren, se escondan y se pongan blancos sin poder evitarlo, que en un momento cuando derramas tus lagrimas las venas se me hinchan y al final cuando decides no seguir llega el orgasmo placentero, el semen recorre mi cuerpo desnudo ante tus ojos y tu solo te quedas ahí mirando, porque sabes que nunca podrás tocarme, tenerme, sentirme, porque no soy tuyo. Yo vivo para mi mismo.

viernes, 23 de julio de 2010

Lo mismo

Golpeaste el muro invisible al cual mis desolados ojos miraban esperando con ansias tu llegada, con pocas palabras me mostraste el mundo, sin mirar, sin escuchar demasiado. Hiciste que mi lápiz derramara una tinta que jamás había visto, no era azúl, no era verde ni negra, tampoco roja. Era un color que mis ojos no son capaces de ver aún, pero que quisa el tiempo me ayude a comprender su significado y a valorar lo que con esa tinta quieres escribir.

Venganza

Desgarrando dentro de mi cuerpo, se encuentra una manada de hienas hambrientas de tu carne, que no conformes con tocarla, la desgarran y destrozan. Toman tus huesos y juegan con ellos como perros, toman tu corazón y lo revientan en mil pedazos, muerden tus labios hasta hacerlos sangrar para oír tus gritos de dolor desesperado. Esos gritos que hacen que mi cuerpo explote en placer desenfrenado y dentro de mí se sientan los aullidos de la venganza. No descansaré hasta devorar todo tu ser y hacerlo parte de mí, así como yo un día quise que el mío fuera parte de ti.

Untitled

Tras tu libro llamaste mi atención, con tu aire herido y discreto. Y como un libro me haz cautivado, susurrando misterios. Y aunque pido lo imaginario, me haz entregado la verdad, revelándome a mi mismo. Ahora he comprendido, y nuestra historia continúa, mis ojos han vuelto a su sitio, mi corazón ha revivido... tú eres el libro que no puedo volver a cerrar.

Comprometedora Obsesión

Esta era una mujer que todas las semanas estaba apunto de casarse, pero cada vez que llegaba al altar decía no. Cada semana era igual, se buscaba un novio, arrendaba la iglesia, invitaba a gente, se compraba el vestido, pero siempre decía no. La gente murmuraba que era una ramera, que no podía asumir compromisos y lo de casarse era una excusa para acostarse con un hombre cada semana. Pero un día una ancianita le preguntó por qué nunca decía si, a lo que ella respondió que tenía una obsesión por los vestidos de novia.


Autor: Sebastián Rivero
Correción: Himself
Fecha: 4 de Junio del 2010
@Todos los derechos reservados.

Verano Congelado


El témpano de hielo sobre mi cuello,
Complicado como un arpa,
Con tu dulzura de naranja
Derretiste.

Llenaste ese arroyo seco y yerto
Donde sólo había huesos de penuria,
Grietas de lamentos y furia,
Desolado.

Hiciste crecer en las orillas
Tundra de esperanza.
Hiciste brotar en las piedras
De líquenes mezcolanza

Al llegar enero desnudo y seductor,
Sobre el cero te elevaste,
Te perdí en el vapor
De géiseres humeantes

Al pasar el tiempo
La temperatura bajaba
Y otra vez el témpano
Se congelaba.

A pesar de tu partida,
El sol no evaporó las aguas.
Manteniendo la humedad de las cosas,
El agua no había sido llamada.




Autor: Sebastián Rivero
Correción por: Constanza Burgos
Fecha: 14 de Julio del 2010
@Todos los derechos reservados