Como huellas en la carretera
De un frenazo abrupto
Como trozos de pasta de dientes
En el lavamanos.
Como caminos de baba de caracol
En las plantas de mi patio.
Como el dolor de oído
Después de un gran estruendo.
Secuelas, señales, consecuencias.
Martirio de tu pasar sublime.
Retorciendo mi carne
Abriendo las llagas.
Marcando ocupado
Recorro los caminos
Que dejó tu sudor salado.
Paso mi lengua, los lleno de besos
Y a pesar de sentir tu sabor de nuevo
Me come por dentro saber de tu ausencia,
Que aún a lo lejos te pienso
Y Escarbo en los recuerdos
Encontrando sólo imágenes vagas y ceniza.
Cuando al fin en un rincón lejano
Hallo algún retazo de ti
Mi mente se regocija en memorias
Cada poro explota en placer
Las gotas de sudor recorren mi ser masculino
Que ante tu presencia se volvía femenino
Entre gritos, respiraciones profundas
Me sumerjo entre las sabanas
Desgarrando la soledad
Saboreando hasta la última gota de ti.
Y cuando todo el brebaje se acaba
Sólo quedan las señales,
Esas que dejas cada vez que apareces en mi cama
Esas que tanto extrañaba.
Miro y veo todo como si hubiera sido ayer
Pero existe una diferencia imposible de ignorar.
Ya no estás y ni el más lindo poema
Te devolverá.
Autor: Sebastián RiveroCorrección: Himself
Fecha: 04 de Nov. del 2010
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